
Senderismo en Gran Canaria: paisajes volcánicos, barrancos y aldeas que guardan el alma de la isla
Caminar por Gran Canaria es descubrir una isla distinta, más allá de sus playas. Entre montañas, calderas y senderos antiguos, el viajero se adentra en un territorio de contrastes donde la naturaleza muestra su fuerza y su calma en igual medida.
Los caminos ancestrales que cruzan la isla fueron trazados por los aborígenes y más tarde por los primeros colonos. Hoy permiten recorrer paisajes volcánicos, bosques de pino canario y profundos barrancos que esconden pueblos suspendidos en el tiempo. Cada ruta revela una nueva faceta del carácter rural y montañoso de Gran Canaria.
Entre los escenarios más emblemáticos destacan la Cresta de Artenara, el Barranco de Guayadeque o el Roque Nublo, símbolo de la isla. En cada jornada, el senderista experimenta una conexión profunda con la tierra y el legado natural que define a este territorio atlántico.
El recorrido está pensado para quienes buscan una experiencia activa sin prisas, con tiempo para disfrutar del silencio y la belleza cambiante de la isla. Y al final, una noche de relax junto al mar ofrece el equilibrio perfecto entre montaña y costa.
Este viaje de senderismo por Gran Canaria invita a descubrir su esencia volcánica, sus montañas ancestrales y la energía serena de una isla que late entre mar y cumbre.
Llegada al aeropuerto de Gran Canaria y traslado en taxi hasta el alojamiento en las montañas del centro de la isla. Primer contacto con el entorno rural y las vistas panorámicas de la zona de Tejeda.
Alojamiento en Cruz de Tejeda en el Hotel Rural El Refugio o similar.
La ruta asciende hacia la cresta de la Caldera de Tejeda, ofreciendo un panorama único sobre los barrancos, los pueblos de montaña y las formaciones volcánicas del centro de la isla.
Durante el recorrido podrás visitar las Cuevas de Caballero y Los Candiles, antiguos asentamientos trogloditas reconocidos por la UNESCO. Regreso al hotel para disfrutar del spa y su piscina panorámica.
Alojamiento en Cruz de Tejeda en el Hotel Rural El Refugio o similar.
La jornada comienza en la Caldera de Los Marteles con un ascenso entre pinares hasta la Cruz del Socorro, con vistas espectaculares al Barranco de Guayadeque.
El descenso atraviesa palmerales, cactus y campos aterrazados con antiguas casas-cueva habitadas. Un paisaje luminoso donde el silencio y el verde se mezclan con la esencia volcánica del sur de la isla.
Alojamiento en Cruz de Tejeda en el Hotel Rural El Refugio o similar.
Desde Llanos de La Pez comienza el ascenso al emblemático Roque Nublo, símbolo natural de Gran Canaria. El sendero recorre pinares y crestas que ofrecen una de las vistas más amplias de la isla.
En la cima, la panorámica de 360º permite contemplar el Roque Bentayga, la Caldera de Tejeda y, en días claros, las cumbres de Tenerife y La Gomera. Una jornada inolvidable para cerrar el ciclo de montaña.
Alojamiento en Cruz de Tejeda en el Hotel Rural El Refugio o similar.
Tras las rutas de montaña, puedes prolongar tu estancia con una noche extra en la costa de Gran Canaria. Un tiempo de relajación frente al Atlántico para cerrar la experiencia con calma y equilibrio.
Desayuna con calma y disfruta de los últimos momentos en la isla antes del traslado al aeropuerto. Una despedida serena de Gran Canaria, donde cada paso deja su huella.
Fin de los servicios.
Un viaje que une cumbre y océano, donde la tierra volcánica y el silencio revelan la esencia de Gran Canaria.
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