Camino Francés desde Sarria

Sarria es el punto de partida más elegido por los peregrinos, ya que desde aquí se completan los últimos 100 km necesarios para obtener la Compostela. Esta localidad, cargada de tradición jacobea, es perfecta para comenzar la experiencia.

Antes de iniciar la ruta, recorre la iglesia de Santa Mariña, el Convento de la Magdalena o las calles que respiran el espíritu del Camino. Disfruta del ambiente peregrino que impregna cada rincón.

Alojamiento en Sarria, en un entorno que invita a la calma y a la preparación interior para los días de esfuerzo y descubrimiento.

Esta primera jornada te conducirá por senderos rurales y aldeas gallegas llenas de encanto, entre bosques de robles y praderas abiertas. El tramo es cómodo y progresivo, ideal para aclimatarte al Camino.

A medida que te acercas a Portomarín, el paisaje se abre junto al río Miño, ofreciendo vistas inolvidables. Comparte el espíritu peregrino con caminantes de todo el mundo.

Alojamiento en Portomarín, junto al cauce del Miño, perfecto para descansar y recuperar energía antes de la siguiente etapa.

Jornada de caminos rurales entre verdes colinas y pequeñas aldeas, donde la tranquilidad gallega se funde con la historia del Camino. El recorrido combina exigencia y serenidad, perfecto para mantener el ritmo.

Cruza el Puente de Portomarín y asciende suavemente hasta Palas de Rei, rodeado de prados y casas de piedra. Una etapa de transición ideal para disfrutar del entorno natural.

Alojamiento en Palas de Rei, donde el descanso prepara cuerpo y mente para los próximos días.

Etapa larga que atraviesa senderos sombreados y aldeas rurales, entre aromas a eucalipto y paisajes ondulados. El esfuerzo se ve recompensado con vistas únicas de la campiña gallega.

El camino serpentea hasta Arzúa, famosa por su queso D.O.P. y su hospitalidad peregrina. Una jornada exigente pero gratificante.

Alojamiento en Arzúa, descanso merecido tras una de las etapas más intensas del Camino.

Tramo final previo a la meta, con suaves ascensos entre bosques de castaños y eucaliptos. El ambiente se vuelve más íntimo y reflexivo a medida que la meta se acerca.

Cruza pequeñas aldeas donde el saludo entre peregrinos se convierte en un gesto de complicidad. Una jornada para disfrutar del Camino en calma.

Alojamiento en O Pedrouzo, última parada antes del esperado encuentro con Santiago.

Comienza la última y más esperada jornada del Camino. La emoción acompaña cada paso hacia la meta definitiva.

Al llegar a Santiago, la visión de la Catedral y la Plaza del Obradoiro marca un momento inolvidable: el final de una ruta milenaria y el cumplimiento de un sueño.

Alojamiento en Santiago de Compostela y desayuno a la mañana siguiente.

Aquí concluye una peregrinación inolvidable, recompensa al esfuerzo y a la experiencia vivida.

Desayuno y fin de servicios.