Día 1: Llegada a Lugo
Lugo es el punto de partida ideal para el Camino Primitivo, una ciudad amurallada que conserva el alma del peregrino y la esencia gallega.
Antes de comenzar el Camino, descubrirás su casco histórico, la Catedral y la tranquilidad que envuelve cada rincón.
Alojamiento en Lugo, en un entorno sereno que invita al descanso y a la preparación interior para los días de camino que comienzan al amanecer.
Día 2: Etapa 1 — Lugo – San Romao da Retorta (20 km)
Comenzarás la jornada dejando Lugo por senderos rurales y antiguas calzadas, entre prados y aldeas que mantienen vivo el espíritu jacobeo.
En San Romao da Retorta visitarás su iglesia y la réplica del miliario romano hallado aquí; el original se conserva en el Museo Diocesano de Astorga.
Alojamiento en San Romao da Retorta, ideal para descansar y asimilar las primeras sensaciones del Camino Primitivo.
Día 3: Etapa 2 — San Romao da Retorta – Melide (27 km)
La etapa comienza en San Romao da Retorta, entre paisajes rurales y senderos tranquilos que enlazan pequeñas aldeas gallegas. A medida que avanzas, el entorno se vuelve más verde y el ambiente peregrino más intenso.
Al llegar a Melide, descubrirás su historia en la iglesia románica de San Pedro, el antiguo cruceiro y el Museo da Terra. Un lugar donde el Camino se mezcla con el sabor del célebre pulpo de Melide.
Alojamiento en Melide, ideal para descansar y disfrutar de la hospitalidad gallega tras una jornada llena de historia y sabor.
Día 4: Etapa 3 — Melide – Arzúa (29 km)
Desde Melide, el Camino avanza entre bosques gallegos, aldeas silenciosas y caminos de tierra que conservan la esencia del peregrino. La ruta mantiene un ritmo tranquilo, ideal para disfrutar del entorno rural.
Antes de llegar a Arzúa, podrás visitar la ermita de Santa Irene, un lugar de recogimiento que marca el espíritu de esta etapa. La jornada concluye en el corazón del concello de O Pino, a las puertas de Santiago.
Alojamiento en Arzúa, donde el descanso y la emoción se mezclan ante la cercanía de la meta.
Día 5: Etapa 4 — Arzúa – O Pedrouzo (19 km)
Desde Arzúa, el Camino continúa entre bosques y caminos rurales, con tramos suaves que anuncian la cercanía de Santiago. El recorrido transcurre entre paz y expectación.
En el concello de O Pino, se alza la emblemática ermita de Santa Irene, lugar de descanso y reflexión para los peregrinos que se preparan para la última jornada.
Alojamiento en O Pedrouzo, ideal para recargar energía antes de afrontar la etapa final hacia Santiago de Compostela.
Día 6: Etapa 5 — O Pedrouzo – Santiago de Compostela (20 km)
Comienza la última y más esperada jornada del Camino Primitivo. Los primeros pasos desde O Pedrouzo se llenan de emoción y del silencio propio de quien siente la meta cerca.
Al llegar a Santiago de Compostela, la visión de la Catedral y la Plaza del Obradoiro marca un momento único: el cierre de una ruta milenaria y el cumplimiento de un sueño. Pasear por el Casco Antiguo, visitar sus monumentos y saborear la gastronomía gallega completan una experiencia inolvidable.
Alojamiento en Santiago de Compostela y desayuno a la mañana siguiente.
Aquí concluye una peregrinación inolvidable, recompensa al esfuerzo, la fe y la experiencia vivida en el Camino Primitivo.